4 celebraciones ancestrales del solsticio de invierno

¿Te apetece enriquecer tus fiestas navideñas con las tradiciones más antiguas y atávicas? ¡Sigue leyendo! Te presentamos una selección de celebraciones con raíces paganas que puedes disfrutar intensamente en las comarcas de Barcelona. Rituales de fuego, oscuridad y árboles que te transportarán a una época en la que todavía no existía el cristianismo y los seres humanos veneraban la naturaleza.

1. Bajada de Teas en Gurb

La celebración de rituales de fuego durante el solsticio de invierno está presente en muchas culturas, también en la catalana: hay muchas fiestas tradicionales en las que se trata con reverencia al sol y se le desea que recupere la fortaleza. Nos gusta especialmente la bajada de Teas de Gurb, una manera mágica de afrontar la noche más larga del año yendo a buscar el fuego a la montaña y trayéndolo al pueblo con la ayuda de todo el mundo.
 

2. Fiesta de la Fía-Faia en Bagà y Sant Julià de Cerdanyola

Otro ritual de fuego de larga tradición es la Fiesta de la Fía-Faia que se celebra en Bagà y Sant Julià de Cerdanyola durante la vigilia de Navidad. La fiesta consiste en la quema de centenares de fajos de hierbas secas repartidos por todo el pueblo, mientras los vecinos van cantando: "Fía-faia, nuestro Señor ha nacido en la paja". Cuando las antorchas se han extinguido, se hace una hoguera con sus restos en medio de la plaza y quien quiere salta por encima. La celebración es tan rica en simbolismos que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

3. Fiesta del Pino en Centelles

La Fiesta del Pino de Centelles es otra de las ceremonias ancestrales con las que se rinde culto a los árboles en fechas navideñas. Consiste en salir al bosque a buscar el pino más bonito de la zona, cortarlo a golpes de hacha y trasladarlo, recto y encima de un carro de bueyes, hasta la puerta de la iglesia de Santa Coloma. Después se lleva junto al altar mayor, donde es colgado cabeza abajo con racimos de manzanas y barquillos artesanos atados al ramaje. El tronco preside el culto hasta Reyes, cuando sus ramas son repartidas entre los feligreses como amuletos de la buena suerte.
 

4. Hombre de las Narices en Barcelona

El día 31 de diciembre, los niños y niñas de la ciudad de Barcelona tienen una misión muy especial: deben buscar un hombre con tantas narices como días tiene el año. Como pistas, os podemos decir que tiene la cabeza muy grande, y dos caras: una de viejo para representar el año que se acaba y otra de bebé para representar el año que comienza. Además, le acompaña un pasacalle de músicos, y es quien da el pistoletazo de salida a la carrera de San Silvestre. ¿Podréis encontrarlo?


Más información:

Bajada de Teas en Gurb
Fiesta de la Fía-Faia en Bagà
Fiesta de la Fía-Faia en Sant Julià de Cerdanyola
Fiesta del Pino en Centelles
Hombre de las Narices en Barcelona

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