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Colores de otoño para disfrutar andando

El otoño es la época de los colores cálidos. El naranja, el rojo y el amarillo tiñen los bosques con una esencia muy especial y las setas de todos los colores aparecen entre las hojas. Te proponemos seis itinerarios para recorrer andando y poder disfrutar de esta época del año.

1. Ruta circular entre Castellterçol y Sant Quirze Safaja (Moianès)

Saliendo de Castellterçol, al sur del Moianès, te proponemos una circular de 14 kilómetros con poco desnivel que, sin tener una gran dificultad, sí que pide cierta experiencia previa. Se trata, en definitiva, de una ruta ideal para salir a pasar el día, en la que podrás ver muchos lugares preciosos. Siguiendo las marcas del GR 177, un itinerario muy bien señalizado, esta ruta empieza con una parada obligatoria, el Castillo de Sant Miquel o Castell de Terçol, declarado bien cultural de interés nacional. 

Desde este punto, siguiendo un camino cómodo, ideal para ir en grupo y poder charlar, subirás por el Coll de Rosanes hasta Sant Julià d’Uixols, una destacada iglesia románica, donde puedes parar a descansar y coger fuerzas antes de continuar el camino, que sigue por los collados de Matafaluga y de les Termes para dirigirse a Sant Quirze Safaja. En este pequeño pueblo rodeado de bosques, puedes aprovechar para comer y disfrutar de un buen descanso antes del último tramo de camino, de vuelta al punto de inicio. 

Para hacerlo, pasarás por las fuentes de l’Arç y de Sant Antoni, esta segunda protegida bajo la sombra de inmensos árboles, donde podrás sentir y vivir un ambiente auténtico de puro otoño. Finalmente, llegarás de nuevo al punto de inicio, en Castellterçol.

2. De Collbató al Monasterio de Montserrat (Baix Llobregat)

Se suele decir que en Montserrat hay tantos rincones que nunca podrás llegar a conocerlos todos. Aunque el Monasterio acostumbra a ser el punto más frecuentado por los visitantes, esta es una alternativa para llegar en la que sin ninguna duda encontrarás mucha menos gente que por el camino habitual. Se trata de un recorrido de unos 11 kilómetros y 600 metros de desnivel, que podrás hacer en unas cuatro horas, sin contar las paradas. 

Partiendo del municipio de Collbató, en la cara sur de la montaña, cruzarás hasta el Monasterio, en la cara norte, resiguiendo un camino que transita entre los centinelas rocosos que forman la montaña y, además, podrás conocer el lugar de donde surgió la imagen que ha hecho tan famoso este emblemático lugar. 

Las Cuevas del Salnitre, también llamadas Cuevas de Collbató, serán el punto de inicio. Merece la pena dedicar una mañana a visitarlas, pero en este caso habrá que dejarlas atrás para subir hacia el serrado de las Garrigoses donde, resiguiendo las formas caprichosas de la montaña, irás ganando cada vez más visión sobre el entorno que te rodea. 

Haciendo zigzags, irás subiendo por el tramo de las Girades, donde puede ser que tengas que pararte a coger aire. Aun así, se trata también de uno de los tramos más espectaculares, donde las agujas de roca parecen salidas de la misma vegetación que las rodea. 

Una vez superado este tramo, ya prácticamente llegando al objetivo final, encontrarás un lugar de parada obligatoria, la Santa Cueva. Es en este lugar donde, hace más de 1.100 años, se encontró la imagen de la Virgen María, también denominada la Moreneta, patrona de Catalunya e imagen icónica del Monasterio. En este mismo lugar, podrás apreciar uno de los conjuntos escultóricos al aire libre más importantes del modernismo catalán, los Quince Misterios de la Virgen, donde artistas como Antonio Gaudí, Puig i Cadafalch o Josep Llimona dejaron su huella. 

Finalmente, un camino pavimentado, rodeado por encinas y robles, te llevará hasta el Monasterio. Será en este tramo donde los árboles de hoja caduca te permitirán vivir el ambiente más auténticamente otoñal, justo antes de emprender la vuelta, que podrás hacer ya sea deshaciendo el mismo camino o bien cogiendo el camino de Sant Miquel.

3. La Font d’Horta y el Pantano de Foix (Alt Penedès)

El Pantano del Foix, inaugurado en 1928, recoge las aguas del río Foix, que nace en la Cordillera Prelitoral, y es una de las pocas zonas húmedas de la comarca, fuente de alimento y refugio excepcional de muchas especies de aves acuáticas. Esta es una propuesta para conocer los alrededores de este lugar único del Alt Penedès, que en otoño se tiñe de colores cálidos creando un ambiente de lo más bucólico. 

Partiendo de la Masia de la Creu, en el municipio de Costa-Cunit, esta ruta tiene cuatro kilómetros y 140 metros de desnivel. Se trata, por lo tanto, de una ruta sencilla, ideal para hacer con niños o si no estás acostumbrado a las caminatas largas, pues hacerla no te llevará más de dos horas. Seguirás en todo momento un camino fácil y agradable, que transita por veredas de pendientes suaves, salvo el último tramo que presenta una subida más fuerte. En el primer tramo, hasta que llegues a Can Bladet, seguirás un camino de bosque donde predomina el pino carrasco. 

Al llegar al Pantano de Foix, podrás apreciar una espectacular visión panorámica, ideal para vislumbrar alguna de las aves acuáticas que habitan esta zona. Durante un rato, podrás disfrutar de un agradable paseo por los alrededores del embalse y, si te apetece, este será un buen lugar para pararte a respirar y conectar con el entorno. 

Una vez dejes atrás el Pantano, te adentrarás en la sección más puramente otoñal de la ruta. En el camino que lleva a la Font de l'Horta predominan los árboles de hoja caduca como por ejemplo fresnos, álamos y alisos. Una vez cruzado el torrente de l'Horta, tendrás que coger un desvío que te llevará a la fuente del mismo nombre, situada sobre antiguos márgenes de cultivo y rodeada por un bosque de encinas, más húmedo y sombrío que los pinares, que parece como salido de algún lugar de la Selva Negra.

Después de conocer la Font de l’Horta, fuente de dos brocales y de mucho renombre en la comarca, solo habrá que retomar el camino de subida, en medio del bosque de encinas, hasta llegar de nuevo a la Masia de la Creu.

4. Vuelta por los miradores del Santuario de Santa Maria de Queralt (Berguedà)

El Berguedà es por excelencia territorio de setas, y eso quiere decir que también lo es del espíritu otoñal. Desde el Santuario de Santa Maria de Queralt, donde las vistas nada más llegar ya son espectaculares, tienes varias opciones para disfrutar de la naturaleza y, con un poco de suerte, llevarte unos cuántos níscalos a casa. 

Una vuelta ideal para hacer en una mañana es la que sale en dirección al Balcó de la Garreta. En este punto, la altura sobre el risco puede dejarte un poco patidifuso, pero la panorámica de los montes de Montserrat, la Mola y el Montseny es tan espectacular que no podrás resistirte al encanto de este rincón. Además, si el día es bueno, puede ser que veas cómo se eleva alguno de los parapentistas que frecuentan la zona. 

Siguiendo este mismo camino, que no tiene pérdida, llegarás a un segundo mirador, el de las Guillas, desde donde te adentrarás ya en el bosque más plenamente otoñal, haciendo la vuelta a las escarpadas rocas que se sitúan sobre el Santuario. En este tramo, dirigiéndote a la Capilla de Sant Joan, es donde habrá que prestar mucha atención si quieres encontrar alguna de las famosas setas del Berguedà, ¡siempre con mucho cuidado de no recoger ninguna que no sepas cuál es! 

Finalmente, llegarás a la Font del Bou, un rincón bucólico donde podrás descansar, comer algo, y remontar la pequeña subida que te llevará de nuevo al punto de inicio. Todo ello no te llevará mucho más de una hora, una vuelta ideal para conocer todas las vertientes de las montañas queraltines y disfrutar de una experiencia única. 

5. Santa Fe del Montseny y el Empedrado de Morou (Vallès Oriental)

Si quieres ver el paisaje de otoño por excelencia, debes ir al extremo norte del Vallès Oriental, a Santa Fe del Montseny, donde las hojas de las hayas forman una inmensa alfombra de colores ocres y rojizos que da ganas de saltar encima.

Desde este punto de salida privilegiado, tienes muchas opciones para descubrir uno de los parques naturales más impresionantes de Catalunya que, además, ha sido declarado Reserva de la Biosfera. Aquí, te recomendamos una circular de 6 kilómetros especial de otoño, que podrás hacer en un par de horas, y que en ningún momento deja atrás los hayedos tan característicos de este macizo. 

Para llegar a su punto de salida, el parking de Santa Fe del Montseny, puedes usar el Bus Parc del Montseny, una opción cómoda y sostenible, que el Parque Natural pone al servicio de los visitantes todos los sábados, domingos y festivos y que, además, funciona con un billete combinado de la RENFE. 

Una vez llegado a este punto, tendrás que buscar el Centro de Información de Can Casades, donde encontrarás una serie de señalizaciones de color naranja que te irán indicando el camino. En el primer tramo, bajando hacia la riera de Santa Fe, encontrarás el bosque de la Castanyeda, donde harás una primera cata del otoño del Montseny. Desde este punto, remontarás hacia el Pla del Mulladís, formado por grandes rocas de granito rodeadas ya por las características hayas de la zona. 

Acto seguido, llegarás al lugar que da nombre a la ruta, el Empedrado de Morou, una balconada rocosa que ofrece una espectacular panorámica sobre todo el valle de Santa Fe, el Turó de l’Home, las Agudes, y toda la depresión del Vallès. Desde este rincón privilegiado, sentirás una gran satisfacción guardando silencio durante unos minutos para contemplar el entorno y seguramente podrás escuchar cómo las hojas de otoño van cayendo de los árboles. 

Finalmente, antes de iniciar el retorno, pasarás por un espectacular hayedo que tiene muy poco a envidiar a la ya famosa Fageda d’en Jordà. Este es un bosque muy especial, porque además de los espectaculares colores que cogen las hojas de los árboles, tiene un sotobosque prácticamente inexistente, por lo que podrás pasear con total comodidad entre los árboles y conectar al máximo con este bosque tan especial. 

Para acabar, el tramo final del camino de vuelta bordea el Pantano de Santa Fe dónde, aparte del haya, podrás encontrar encinas, robles, fresnos y alisos. Todo un espectáculo botánico ideal para visitar en una estación como el otoño.

6. La Fou de Tous (Anoia)

En medio de los campos de secano tan característico del Anoia puedes encontrar un rincón sorprendente, que parece como surgido de un cuento de hadas. Se trata del desfiladero de la Fou, en la población de Sant Martí de Tous, un inmenso agujero que ha creado el agua a su paso y por el cual ahora puedes pasear tranquilamente rodeado de vegetación exuberante. 

Si prefieres alargar un poco la excursión, puedes salir a pie directamente del pueblo, desde donde te espera una pista de 8 kilómetros a través de la cual te irás acercando al objetivo. Otra opción, si tienes un vehículo adecuado, es acercarte en coche y empezar a andar directamente desde el mirador de la Fou, con lo que la ruta se reduce a tan solo un kilómetro y menos de una hora, convirtiéndose en una opción ideal para los más pequeños o para aquellos que tengan menos experiencia. Este punto, donde se inicia el camino, te ofrecerá una buena vista aérea del agujero y su característico salto de agua, aun así, para sentir su esencia, merece la pena adentrarse en su interior. 

Para hacerlo, tendrás que seguir un camino muy marcado que desciende hasta los pies del mismo salto de agua. En este punto, te sentirás como si te hubieras transportado a otro mundo donde todo es fresco, húmedo y mucho más silencioso. Si sigues recorriendo el camino, este te llevará a hacer una circular por el interior del desfiladero. 

Durante la vuelta, te encontrarás algunos rincones sorprendentes como por ejemplo la Cova del Diable, donde se dice que se escondían bandoleros o la Fuente de la Fou, una curiosa fuente con forma de zorro a la que le sale el agua de la boca. Finalmente, si todavía quieres acabar de aprovechar el día, puedes ir a comer delante del Santuario de Sentfores, un rincón tranquilo donde las vistas del entorno vuelven a ser muy bonitas y, aparte, hay unas mesas con bancos ideales para hacer un buen pícnic.


Más información:

Circular entre Castellterçol y Sant Quirze Safaja
Castillo de Sant Miquel o Castillo de Terçol
Sant Julià d’Uixols
Sant Quirze Safaja
Fuente de Sant Antoni
De Collbató a Montserrat
Santa Cueva
Quince Misterios de la Virgen
Monasterio de Montserrat
Circular a la Fuente de l’Horta y Pantà de Foix
Pantano de Foix
Santuario de Santa Maria de Queralt
Ruta del Empedrado de Morou
Parque Natural del Montseny
Bus Parc del Montseny
El desfiladero de la Fou
Santuario de Sentfores

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