El modernismo en el Vallés Occidental: ¡retales de una época dorada!

¿Quieres viajar en el tiempo? En la comarca del Vallés puedes teletransportarte al pasado y revivir la Belle Époque a través de su arquitectura, de su arte y ¡hasta de su gastronomía! El itinerario por diferentes ciudades que aquí te propongo te lleva a conocer, desde construcciones y diseños que combinan la elegancia y la creatividad propias del modernismo catalán hasta reminiscencias de las antiguas industrias, ¡ajusta el cinturón que comenzamos!

Soy Vero Boned, periodista de viajes y creadora de contenidos en Sinmapa.net. En la web ofrezco un sinfín de consejos prácticos y útiles para ayudarte a organizar tu próximo viaje. También encontrarás inspiración viajera, por si aún no tienes decidido el siguiente destino tus vacaciones, pero hoy quiero hablarte de mi último descubrimento: el Modernismo en el Vallès Occidental. 

Masía Freixa: un tesoro modernista con influencia gaudiniana

A finales del siglo XIX y principios del XX, con el boom de la industrialización, muchas ciudades del Vallés Occiendtal cambiaron su fisionomía. No solo porque llegó la industria con sus altas chimeneas y amplias estructuras, sino porque los empresarios construyeron sus residencias siguiendo el estilo artístico de moda: el modernismo.

La historia de la Masía Freixa combina y refleja a la perfección todos estos cambios que se estaban dando en la comarca y que modificaron para siempre su perfil. En 1896, Josep Freixa, en plena expansión de su empresa dedicada a la hilatura de la lana de alpaca, envió a construir una nueva fábrica —alejada del centro urbano de Terrassa—. Como buen empresario burgués de la época contrató al más renombrado arquitecto de la ciudad: Lluís Muncunill, responsable de joyitas como el Ayuntamiento de Terrassa o el actual museo MNACTEC -antigua fábrica-.

Unos años después, y tentado por el bucólico entorno natural en el que se encontraba su nueva fábrica, Freixa decide reconvertirla en su residencia familiar. Para esta misión volvió a confiar en Lluís Muncunill.

El arquitecto, influenciado por el trabajo de Gaudí y Domènch i Montaner, transformó el edificio y creó un verdadero tesoro arquitectónico, genuino emblema del modernismo, con suaves curvas blancas, arcos parabólicos y amplias bóvedas. Hoy la Masia Freixa, rodeada del Parque de Sant Jordi, alberga la sede de la oficina de turismo de Terrassa y no te debes ir de la ciudad sin visitarla.

Si vas a la Feria Modernista (cada año en el mes de mayo), el interior de la masía se transforma en un escaparate al pasado. En las diversas salas se llevan a cabo recreaciones de la Belle Époque así como actividades que te permiten conocer los rincones de este icono modernista.

Casa Alegre de Sagrera: nostalgia modernista

Fue Joaquim de Sagrera i Domènech, fabricante textil y héroe en la Guerra de la Independencia, quien envió construir en el siglo XIX, un espectacular palacete en el centro de Terrassa. Por desgracia, durante la guerra el edificio se deterioró bastante y casi termina derruido.

El destino del edificio cambia cuando, a principios del siglo XX, el matrimonio formado por Mercedes de Sagrera, heredera del linaje, y el empresario textil Francisco Alegre u Roig deciden devolverle su antigua gloria. Para esta delicada labor contrataron a Melcoir Vinyals Muñoz, arquitecto municipal de la ciudad, quien lo rediseñó por completo guiándose del estilo de la época.

Desde fuera los balcones con hierro forjado o el relieve de Alexandre de Riquer te dan una pista de la maravilla que encontrarás al recorrer las diferentes estancias de esta casa-museo. Cruzas el portal y sientes que traspasas una ventana espacio-temporal donde se puede entender y apreciar perfectamente cómo se distribuía una vivienda de la burguesía industrial de la época y cómo era su estilo de vida.

Cada sala de la casa tiene su personalidad y detalles que la hacen únicas. Por ejemplo, el protagonismo del salón principal se lo lleva el mural de Pere Viver y, en el patio interior, las preciosas vidrieras. Aún así te confieso cuál fue una de las estancias que más me gustó: el baño modernista, ¡daría gusto darse un baño allí!

Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica de Catalunya: combinación perfecta de pasado y futuro

Las reminiscencias del pasado industrial y modernista en Terrassa son más que sutiles: fachadas, balcones, edificios enteros, vitrales… y las omnipresentes chimeneas.

Si bien se conservan varias fábricas de finales del siglo XX y principios del XXI —con un uso diferente al original—, quizá la más impactante es el “vapor”. Esta impresionante estructura fue proyectada en 1907 por el arquitecto Lluís Muncunill por encargo de tres empresarios textiles de éxito: Aymerich, Amat y Jover.

El vistoso edificio de ladrillo rojo, considerado como uno de los mejores ejemplos del modernismo industrial catalán, alberga hoy el Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica de Catalunya.

En los diferentes espacios museísticos vas a poder admirar desde una verdadera y original máquina de vapor –¡que aún funciona!- hasta las innovaciones tecnológicas  más vanguardistas.

Museo de Arte de Cerdanyola: las vidrieras más bonitas de Cataluña

El Museo de Arte de Cerdanyola (MAC) es una parada imprescindible en cualquier ruta modernista por el Vallés Occidental.

El edificio que lo alberga refleja de forma excepcional la historia de Cerdanyola a lo largo del siglo XX, cuando llegaban aquí los burgueses a pasar sus días de descanso. Originalmente, fue construido por el arquitecto modernista Gaietà Buïgas como un coqueto teatro-casino para los veraneantes adinerados.

El mismo arquitecto fue quien rediseñó el edificio para convertirlo, años más tarde, en la vivienda de veraneo del comerciante y joyero Evarist López. Se dice que fue allí mismo, en la zona donde estaba el salón, donde se hicieron los tres paneles de “las damas de Cerdanyola”. Se trata de tres grandes vidrieras que representan escenas de unas figuras femeninas vestidas con el estilo de la Belle Époque. Aunque no hay consenso sobre quién fue el autor, se cree que las hizo el artista Ludwig Dietrich von Bearn, sobre esbozos de Buïgas.

Con el tiempo el edificio tuvo varios usos hasta que en 1961 lo compró un laboratorio farmacéutico que destrozó gran parte de sus salas, formas y decoraciones. Por suerte, las vidrieras no se destruyeron, sino que fueron guardadas y hoy han vuelto de nuevo en su sitio.

Además del vitral tríptico más espectacular y famoso del modernismo; en el museo podrás apreciar una destacada colección de arte contemporáneo de artistas vinculados de alguna forma con Cerdanyola como Ismael Smith, ¡un pedazo de artista!

Ferias del modernismo en el Vallés: Sumérgete en una celebración de la Belle Époque

Ningún recorrido por el modernismo en el Vallés Occidental estaría completo sin sumergirse de lleno en las vibrantes ferias modernistas de la región.

Estos eventos temáticos, que se celebran a lo largo del año en diferentes localidades, nos transportan directamente a la época dorada del modernismo.

¡Imagínate caminar por calles llenas de gente ataviada con trajes de época, escuchar música en vivo y disfrutar de más de 400 actividades culturales para todas las edades! Desde talleres, recreaciones y concursos hasta visitas guiadas o incluso degustaciones y catas de menús inspirados en el modernismo. Estos menús incluyen, muchas veces, un vermú típico de la Belle Époque que se llama “zarzaparrilla” (una receta original del siglo XIX que no lleva alcohol).

Las ferias modernistas son una oportunidad única para vivir la historia en carne propia y sentirte parte de una época llena de elegancia y sofisticación. ¡No te las puedes perder!


Más información:

Visit Terrassa
Turisme de Cerdanyola
MNATEC
Museu d'Art de Cerdanyola
Vero sin mapa

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